domingo, 6 de diciembre de 2015

NUESTRA PIPA DE SOPLO

Esta semana en la sesión de estimulación del lenguaje con los más peques del cole hemos realizado una pipa de soplo. Para ello necesitamos:
-       Una botella de plástico cortada por la mitad (aprovechando la parte superior de la misma).
-       Una pajita
-       Una pelota de poliespan
Y… ¿cómo jugamos con ella? Pues metemos la pipa en la boca y tomamos aire por la nariz suavemente. Soplamos con fuerza, para conseguir que la pelota comience a volar. Mantenemos la pelota en el aire, durante el mayor tiempo posible.


No podemos soplar demasiado fuerte o suave, porque la pelota se caerá o no se moverá.
Con este curioso y sencillo juguete conseguimos mejorar la tonicidad labial, favorecer las inspiraciones nasales y controlar el soplo, manteniéndolo durante un tiempo determinado.
El objetivo no es sólo que el niño aprenda a soplar, sino también que aprenda a controlar el soplo y a modular la boca bien.
Al principio es conveniente soplar con el niño, para que vea que tiene éxito y se anime a seguir probando.

Los ejercicios de soplo se realizan para ayudar a controlar la respiración y para ser conscientes del acto de respirar. El habla se produce en la fase de espiración, al sacar el aire, si no existen problemas respiramos y hablamos con normalidad, pero si existe alguna dificultad para respirar o bien dificultades o situaciones que alteran la respiración aparecen dificultades en el lenguaje hablado: voz temblorosa, omisión de fonemas, sustitución de fonemas, perturbaciones gramaticales de orden o de construcción, tartamudeces esporádicas, etc. 

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