lunes, 2 de noviembre de 2015

PREVENCIÓN DE DIFICULTADES EN INFANTIL

EL CHUPETE

Compañero inseparable para muchos bebés, parece impensable que el chupete pueda tener algún efecto perjudicial. Calma el llanto de un bebe, le ayuda a conciliar el sueño y puede reducir el estrés y el dolor en procedimientos desagradables de manera similar a como lo hace el pecho materno. Además, recientemente se ha relacionado su uso durante el sueño con una disminución del riesgo de muerte súbita del lactante.
El uso del chupete se encuentra muy arraigado en las sociedades desarrolladas, ya que calma el llanto de un bebe, ayuda a conciliar el sueño, y reduce el estrés y el dolor en procedimientos desagradables, situaciones que provocan preocupación y ansiedad en los padres. Muchos profesionales sanitarios y la sociedad en general piensan que son inofensivos e incluso beneficiosos y necesarios para el desarrollo del lactante.
Pero los padres también hemos de saber que ese objeto "mágico" podría ser mal utilizado.
Cuando se utiliza más allá de los doce meses de edad, porque aumenta el riesgo de problemas dentales y riesgo de accidentes o de desarrollo del lenguaje. Aunque los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes podrían ser pasajeros si el "pupo" se deja a tiempo, según algunos estudios. Según la Sociedad Española de Odontología Pediátrica, la succión no nutritiva provocaría que los dientes centrales inferiores se desvíen paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Con el tiempo, los colmillos chocan entre sí y ambas filas de dientes no se cierran correctamente, lo que se conoce como mordida abierta. Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo. Por ello los pediatras aconsejan limitar el uso del chupete hasta el año de vida.
Como padres y madres, que queremos lo mejor para nuestros hijos e hijas no debemos caer en estos errores.
Un bebé al nacer presenta un reflejo de succión gracias al cual sobrevivimos, pues nos hace saber mamar adecuadamente. Este reflejo se calma con el uso del chupete en los bebes.
Pero un niño de 3 años NO NECESITA calmar el reflejo de succión pues es capaz de comer sin necesidad de succionar. Somos nosotros los que le GENERAMOS esa necesidad utilizando el chupete como CONSUELO para todos sus rabietas, llantos,… provocando en el pequeño la necesidad de tener algo en la boca para estar tranquilo.
Además el uso continuado de ambas cosas provoca que no maduren adecuadamente la lengua, labios, dientes,… provoca falta de tono de la lengua, labios,… factores que dificultarán al niño o niña tareas tan necesarias como la MASTICACIÓN Y EL HABLA.

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